No es Japón: de qué país proviene el adictivo maní japonés, un snack con nombre engañoso

Crujiente y ligeramente picante, cubierto con una fina capa de harina sazonada, este acompañante se convirtió en un clásico de las picadas. Su verdadero origen.
Maní japonés, un snack con nombre engañoso.
Maní japonés, un snack con nombre engañoso. Foto: Confitería y panadería Armenia.

Aunque su nombre podría hacer pensar que proviene de Japón, el maní japonés en realidad se inventó en México. Este snack crujiente y ligeramente picante, cubierto con una fina capa de harina sazonada, se convirtió en un clásico de las picadas.

Los orígenes del maní japonés

Los orígenes del snack se remontan a los monjes chan —llamados “zen” en chino—, quienes, además de practicar la meditación y decorar jardines, desarrollaron recetas de bocadillos elaborados con semillas y harina condimentada.

En el siglo XV, algunos de estos monjes viajaron de China a Japón, llevando consigo sus zafus (almohadones de meditación) y sus recetas. Según Mamekishi, una de las principales tiendas especializadas en este tipo de golosina, los monjes se asentaron en Kioto, desde donde la receta se difundió a otras regiones de Japón.

El maní japonés viene de México. Foto: Dietética Rojas.

Siglos después, en la ciudad de Sumoto (isla Awaji), la tradición llegó a Yoshigei Nakatani, quien trabajaba como aprendiz en una dulcería en la década de 1930. Allí aprendió a preparar el bocadillo conocido como mamekashi, creado originalmente por los monjes zen.

En 1932, Nakatani viajó a México a bordo del buque Gueiyamaru para trabajar en la fábrica “El Nuevo Japón”. Tras el cierre de la empresa, se estableció en La Merced, Ciudad de México, donde adaptó la receta: utilizó maníes con una fina capa de harina, sazonada con sal y picante, eliminando ingredientes como el alga.

Junto a su esposa comenzó a vender el snack en un local del mercado, y pronto se conoció como maní “a lo del japonés”, dando origen al famoso maní japonés mexicano.

En la década de 1970, la demanda del producto creció, y uno de los hijos de Nakatani, Armando, fundó la fábrica Productos Nipón, consolidando al maní japonés como su producto estrella. Con el tiempo, otras marcas imitaron la receta, entre ellas Nishikawa, Samurai, Kiyakis y Karate.

Mani. Foto Unsplash
Mani. Foto Unsplash

Gracias a su popularidad, el maní japonés llegó a otros países de América Latina. En Argentina, empresas como A&V, El32 y Cris-Jor se dedican a su producción, algunas destacando que mantienen el “tradicional sabor japonés”, aunque en realidad se trata de la receta mexicana adaptada por Nakatani.