Cuál es la temperatura justa del agua para lavar la ropa deportiva sin arruinarla y extender su vida útil

La ropa deportiva es una inversión importante para las personas que realizan diariamente deporte. Teniendo en cuenta ello, su cuidado correcto es primordial para prolongar su vida útil con el transcurso del tiempo.
Frente a este panorama, es fundamental conocer la temperatura ideal para lavarla y evitar daños en la ropa. Se recomienda agua fría o tibia, generalmente entre 30 y 40 grados Celsius.
Además, el uso de agua fría es más eficiente energéticamente, ya que produce un menor consumo de electricidad, importante para las familias o parejas que buscan cuidar su presupuesto.

No obstante, es vital elegir un detergente específico y suave para prendas deportivas, ya que estos productos están formulados para eliminar el sudor y los olores sin dañar las fibras.
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Por otro lado, se recomienda lavar la ropa deportiva del revés y usar un ciclo de lavado suave, lo que minimiza el roce y la fricción entre las prendas, evitando el desgaste y manteniendo su forma.
¿Qué cosas no hay que hacer al lavar ropa deportiva?
Es crucial evitar el uso de blanqueadores y suavizantes, ya que pueden afectar la tecnología de las prendas, como la elasticidad y transpirabilidad. De esta manera, se asegura que la ropa mantenga su comodidad y rendimiento.

También, se aconseja no sobrecargar la lavadora, debido a que esto puede impedir un lavado efectivo y aumentar el riesgo de daños en la indumentaria.
Cuatro consejos para lavar ropa e indumentaria de abrigo

1- El primer paso es revisar la etiqueta del fabricante, que indica las condiciones ideales de limpieza: si se puede lavar a máquina, a mano o si solo admite limpieza en seco. Ignorar esta información puede provocar un daño irreversible.
2- Una alternativa efectiva, segura y simple es la limpieza superficial en seco. Con un paño de microfibra o un cepillo de cerdas suaves, se debe pasar suavemente por toda la superficie del abrigo, los movimientos deben ser circulares y suaves, especialmente en materiales como cuero sintético, gamuza o telas delicadas.
3- En presencia de manchas, conviene preparar una solución casera con agua tibia y jabón neutro o de bebé. Con un paño húmedo se frota con cuidado la zona afectada, evitando mojar el resto de la campera.
4- Finalizada la limpieza, el secado debe hacerse al aire libre, en un sitio sombreado. El sol directo o el uso de calor artificial puede deformar la prenda. Lo ideal es colgarla en una percha y permitir que se ventile naturalmente.

















