No es usar cebolla ni limón: la técnica infalible para dejar la parrilla impecable después de un asado
La solución a un problema común existe y es mucho más sencilla de lo que podría pensarse. La herramienta ideal para limpiar residuos sin transferirle sabor a la carne.

De cara al fin de año, los asados entre amigos para despedir el 2025 y recibir de la mejor manera el 2026 se multiplican. También aumentan las controversias respecto a quién ofrece su hogar, teniendo en cuenta las molestias que esto puede generar. Bueno, hay una que puede ser solucionada: limpiar la parrilla, esa práctica complicada tras recibir visitas, puede resolverse en simples pasos.
En muchas casas, es habitual recurrir a ingredientes comunes como la cebolla o el limón para arrastrar restos adheridos al metal mientras la superficie aún está caliente. Pero, mediante una técnica infalible, la efectividad de estas prácticas queda reducida.

La mejor forma de limpiar la parrilla es utilizando papel aluminio comprimido, una herramienta que permite desprender restos quemados con mayor firmeza. Aun así, este método puede dejar pequeñas partículas, por lo que se recomienda pasar luego un papel húmedo hasta asegurarse de que la superficie quede completamente limpia.
El uso de un cepillo con cerdas duras también es una opción eficaz para arrastrar residuos persistentes. Lo ideal es optar por herramientas que realmente retiren la suciedad acumulada.
Por qué no usar cebolla ni limón para limpiar la parrilla
Aunque la cebolla y el limón puedan utilizarse por costumbre, no ofrecen el mismo nivel de limpieza que el aluminio comprimido o un cepillo resistente.
Al pasar una cebolla por la rejilla caliente, a simple vista parece retirar residuos, pero al mismo tiempo libera jugos con azúcares que, al exponerse al calor, se caramelizan y se queman. Esa capa queda adherida al metal y, al colocar la carne, se transfiere directamente, alterando el sabor.
Con el limón el efecto es similar. Pese a su acidez, contiene más azúcares que la cebolla, por lo que se quema con mayor rapidez. Si bien puede aportar cierta ayuda, no posee la fuerza necesaria para desprender la suciedad, y sus restos también terminan dejando notas amargas en los alimentos.

















