Instalar una pileta en casa: cuánto cuesta, qué tipos hay y qué tener en cuenta para el verano 2026
Con el aumento de las temperaturas, la instalación de una pileta vuelve a ser una de las alternativas más buscadas para afrontar el verano. Desde modelos inflables y estructurales hasta piscinas de fibra y de material, los precios varían según el tipo, el tamaño y los accesorios, y pueden ir desde opciones accesibles hasta inversiones millonarias.

Las temperaturas extremas que se registran durante el verano impulsan a muchas familias a buscar soluciones para refrescarse sin depender de clubes, colonias o salidas constantes.
En ese contexto, la instalación de una pileta en el hogar vuelve a aparecer como una de las opciones más evaluadas, aunque el costo final suele ir mucho más allá del precio inicial del producto.

Piletas “comunes”
En el segmento más económico se mantienen las piletas inflables, de lona y estructurales, que se destacan por su rápida instalación y por no requerir obras. Estos modelos son ideales para patios pequeños o para quienes buscan una solución temporal.
Una pileta inflable redonda con anillo superior puede conseguirse desde los $70.000, mientras que los modelos clásicos de lona, como las Pelopincho medianas, se ubican alrededor de los $200.000. En estructuras rectangulares de mayor tamaño, los precios alcanzan los $340.000.
Sin embargo, estos valores no contemplan todos los gastos necesarios para su uso. A los precios base se suman accesorios indispensables como el cubrepileta, la base protectora, escaleras y, en algunos casos, bombas de filtrado, lo que implica un gasto adicional que ronda los $30.000 o más, según la calidad de los productos elegidos.

Piletas de fibra de vidrio y prearmadas
Un segundo escalón lo ocupan las piletas de fibra de vidrio y los sistemas prearmados, que ofrecen mayor durabilidad, mejor terminación y una experiencia de uso más cómoda. En este segmento, los precios comienzan en torno a $1.500.000 para modelos pequeños y pueden superar los $4.000.000 en versiones más grandes.
Si bien estos valores suelen incluir la piscina y el sistema de filtrado, no siempre contemplan trabajos adicionales como excavaciones complejas, retiro de tierra, nivelación del terreno, pisos perimetrales o conexiones eléctricas específicas, aspectos que pueden incrementar de forma significativa el presupuesto final.

Piletas de material
La opción más completa y también la más costosa sigue siendo la pileta de material. Este tipo de piscinas se construye a medida y permite elegir dimensiones, profundidad, revestimientos y una amplia variedad de accesorios.
Actualmente, una pileta de material tiene un costo que va desde los u$s10.000 en su versión más simple hasta cerca de u$s20.000 en proyectos más equipados. Con un tipo de cambio cercano a los $1.450 en diciembre de 2025, esa inversión representa entre $14,5 millones y $29 millones.

El modelo estándar de ocho por cuatro metros, muchas veces con playa húmeda incluida, continúa siendo el más solicitado. A esto se suman extras como bordes atérmicos, iluminación LED subacuática, climatización y sistemas de control remoto, que elevan el valor final pero mejoran la experiencia de uso.
En paralelo, creció la demanda de jacuzzis inflables, orientados principalmente al relax. Sus precios parten desde $1.000.000 y pueden superar los $2.500.000, según la capacidad y las funciones incorporadas. Aunque ocupan menos espacio y requieren menor consumo de agua, no reemplazan a una pileta tradicional para nadar o para el uso intensivo de niños.
De cara al verano 2026, los especialistas coinciden en la importancia de analizar no solo el costo inicial, sino también los gastos de mantenimiento, consumo eléctrico y reposición de insumos. De ese modo, quienes evalúan instalar una pileta pueden tomar una decisión informada y acorde a su presupuesto y a sus necesidades reales.


















