Von der Leyen insistió en firmar el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur antes de fin de año

Von der Leyen. Foto: Reuters.

La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, ve como una tarea urgente que para antes de diciembre se firme un acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, que suma a Uruguay, Paraguay, Argentina y Brasil. Además, insistió en la necesidad de cerrar otros acuerdos como el que se está debatiendo entre México y el club comunitario. Si bien desde ambos sectores prestaron disposición a firmar el tratado UE-Mercosur, por el momento ninguno de los bloques flexibilizó sus exigencias. 

"Deberíamos aspirar a completar los acuerdos con Australia, México y Mercosur para finales de este año. Y poco después con India e Indonesia. El comercio inteligente genera buenos empleos y prosperidad", dijo la política alemana durante el discurso sobre el Estado de la Unión que pronunció en la Eurocámara.

Comisión Europea. Foto: Reuters.

Desde inicios de 2023, el Mercosur y la UE retomaron las negociaciones para firmar el acuerdo preliminar que ambos bloques alcanzaron en 2019 tras dos décadas de tratativas. Esas conversaciones se vieron complicadas por las nuevas exigencias ambientales planteadas desde Bruselas, que fueron calificadas como inaceptables por parte de las autoridades de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

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La UE con mayor insistencia de Francia, plantearon que habrían sanciones de bloqueo de compra a productos hechos en zonas que hayan dañado al medio ambiente. Esto puede incluir actividades económicas como la deforestación, el monocultivo u otras maneras de emitir gases de efecto invernadero. 

"Deberíamos aspirar a completar los acuerdos con Australia, México y Mercosur para finales de este año. Y poco después con India e Indonesia. El comercio inteligente genera buenos empleos y prosperidad"

El problema que plantean los mandatarios sudamericanos es que el grueso de su economía se basa en la explotación de los recursos naturales. En este sentido, el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, uno de los líderes que más criticó en público la nueva posición europea, definió esas exigencias ambientales como "proteccionismo verde".