“No hay peligro de nada”: un familiar justificó al menor que planeaba un tiroteo escolar en Caballito

Luego de que el adolescente argentino que planeaba un tiroteo en una escuela del barrio porteño de Caballito quedara a disposición de la Justicia en una causa caratulada como “Intimidación pública”, un familiar del menor dio a conocer cuál es la situación actual del joven y hasta dio una justificación que llamó la atención sobre lo secuestrado en el allanamiento.
En las últimas horas, trascendieron los mensajes que envió un cercano al menor, en los que expuso que los cargadores de carabina y pistolas son de un deporte de réplicas eléctrica. A su vez, aclaró que el adolescente está con tratamiento psicológico por depresión y que esta semana le iban a realizar estudios para empezar a medicarlo.

“No hay peligro de nada, él está controlado en el hospital y sin ninguna custodia policial porque se comprobó que no hay riesgo para nadie”, dice uno de los mensajes.
El menor asistía al establecimiento educativo Miguel Hernández y antes iba al Educativo Modelo, institución en el que el joven pretendía llevar a cabo el tiroteo.
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Con la orden de la jueza María Romilda Servini, la PFA allanó el domicilio y secuestró un arsenal de elementos:
- Varias réplicas de armas de fuego (pistolas, un revólver y un subfusil).
 - Dos cuchillos, municiones, gas pimienta y botellas tipo “molotov”.
 - Una carta de despedida ante un posible suicidio.
 
Durante la pesquisa, los investigadores determinaron que el adolescente mostraba una “marcada admiración por el régimen nacionalsocialista nazi” y “glorificaba a distintos atacantes múltiples”.
El detalle más escalofriante se encontró en la réplica del subfusil: tenía inscripciones con los nombres de reconocidos tiradores en masa, como Brenton Tarrant (Nueva Zelanda), Anders Breivik (Noruega) y Rafael Solich (alias “Pan Triste”), autor de la masacre de Carmen de Patagones.
Los agentes también hallaron un escrito donde el joven describía su plan de ataque, previsto para este mes de noviembre. El mismo contemplaba realizar una amenaza en un shopping cercano al colegio para crear una distracción. Luego, ingresaría al establecimiento simulando ser policía, aislaría a los alumnos en las aulas y ejecutaría el tiroteo.















