Causa Vélez: piden la detención de Florentín Bobadilla por entorpecer la investigación y revictimizar a la denunciante sistemáticamente
La querella que impulsa la causa por violación en manada solicitó formalmente la detención del exjugador del “Fortín”, en el marco de una presentación judicial que advierte riesgos concretos para el proceso, para los testigos y para la integridad psicológica de la víctima.

La querella que impulsa la causa por violación en manada solicitó formalmente la detención de Florentín Bobadilla, en el marco de una presentación judicial que advierte riesgos concretos para el proceso, para los testigos y para la integridad psicológica de la víctima.
El pedido no se basa en especulaciones ni en debates mediáticos, sino en hechos precisos: la utilización de una contradenuncia para manipular testimonios, tergiversar declaraciones, exponer públicamente a la víctima y generar un clima de intimidación que, según la querella, obstaculiza el normal avance de la causa principal.
“La detención se solicita porque no estamos ante una defensa legítima, sino ante una estrategia que busca confundir, dilatar y dañar” , señalaron desde la querella.

Una denuncia trucha que no aclara hechos, pero genera daño
De acuerdo a la presentación, la llamada “causa trucha” no aporta hechos nuevos ni pruebas concretas. Por el contrario, se apoya en recortes de testimonios, rumores y reinterpretaciones forzadas que convierten actos de acompañamiento humano en supuestos delitos.
“La Justicia debe distinguir con claridad entre defenderse y utilizar el proceso penal para intimidar. Acompañar a una víctima no es delito. Repetir rumores no es prueba”, remarcaron del equipo querellante.
Riesgo para testigos y revictimización
Uno de los puntos centrales del pedido de detención es el impacto real y actual sobre la víctima, quien atraviesa una situación de extrema vulnerabilidad psicológica. La filtración de datos sensibles, la exposición pública de su identidad y la utilización del expediente para instalar sospechas sin sustento fueron señaladas como formas de revictimización.
Además, la querella advirtió que estas maniobras generan temor en testigos y personas vinculadas a la causa, afectando la libertad con la que deben declarar.
“Cuando una denuncia se usa para asustar, la verdad deja de buscarse y empieza a esconderse”, indicaron.

La pregunta que nadie responde
Desde la querella insisten en un punto que atraviesa toda la discusión pública: “Si realmente creen que hubo un complot, ¿por qué no piden un juicio oral y público para que un tribunal determine lo ocurrido? ¿Por qué dilatar y abrir causas paralelas en lugar de avanzar?”
“La verdad no se prueba con ruido ni con denuncias cruzadas. Se prueba en un juicio”, subrayaron.
Un límite que la Justicia debe marcar
El pedido de detención busca, según explicaron, marcar un límite claro: el derecho a defensa no habilita a manipular pruebas, criminalizar a una víctima ni entorpecer una investigación penal.
“La Justicia tiene la responsabilidad de garantizar que las causas se investiguen con reglas claras y sin presiones. Defenderse no puede significar volver a dañar”, concluyeron.


















