Cómo es el Área Material Río Cuarto de la Fuerza Aérea Argentina, el lugar que se prepara para la llegada de los aviones caza F-16
ARMACUAR es clave para asegurar la operatividad del material aéreo en Argentina y, en la actualidad, trabaja en la recepción y futura puesta a punto de los nuevos cazas F-16 adquiridos de Dinamarca.
El Área Material Río Cuarto (ARMACUAR) quedó en el centro de la atención en los últimos días, ya que quienes siguen de cerca la llegada de los aviones caza F-16 tienen la mirada puesta en esa unidad de la Fuerza Aérea Argentina encargada del mantenimiento, reparación y modernización de aeronaves.
Ubicada en Las Higueras, provincia de Córdoba, esta base es una pieza clave en el sostenimiento de las capacidades de la Fuerza Aérea, incluyendo su reciente adaptación para recibir los nuevos aviones de combate F-16. Su papel resulta esencial para garantizar que el nuevo sistema de armas opere en condiciones óptimas y con pleno soporte técnico desde territorio nacional.
ARMACUAR cuenta con una extensa trayectoria que se remonta al 10 de agosto de 1944, cuando fue creado el Taller Regional Río IV en la localidad cordobesa de Las Higueras. En sus orígenes, la unidad se especializó en la inspección de los cazas Curtiss 75-O, expandiendo progresivamente sus capacidades hacia el mantenimiento de diversas aeronaves de la Fuerza Aérea.
A lo largo de las décadas, la unidad de abastecimiento y mantenimiento del material aéreo de la Fuerza Aérea Argentina se consolidó como un centro técnico de referencia en el país, acompañando cada etapa evolutiva de la aviación militar argentina.
Consolidando a Río Cuarto como un polo estratégico en materia de ingeniería aeronáutica militar, ARMACUAR logró mantenerse como una pieza central en el sostenimiento y modernización de los principales sistemas de armas de la Fuerza Aérea, sumando experiencia en mantenimiento, logística, control de calidad y análisis operativo.
La importancia del Área Material Río Cuarto en el mantenimiento de los caza F-16
En estas fechas, la tradición técnica y profesional de la unidad cobra aún más importancia ante la inminente llegada de los aviones F-16. Las obras de reacondicionamiento del complejo, con una inversión superior a los $12.700 millones, concluyeron previo al arribo de las unidades.
El proceso, que permitió adecuar la infraestructura a los exigentes estándares operativos del F-16 Fighting Falcon, incluyó la reparación integral de la pista principal, la modernización de plataformas, calles de rodaje, márgenes de operación y la instalación de sistemas de frenado por cable. Además, se incorporaron nuevas instalaciones de soporte electrónico y de aviónica, talleres de mantenimiento y un moderno sistema perimetral de seguridad.
Todo esto permitió que ARMACUAR no solo esté en condiciones de albergar a los primeros seis cazas, sino también de consolidarse como el centro de mantenimiento y soporte más importante en Argentina para los F-16 Fighting Falcon, un sistema de armas que simboliza la transición tecnológica más significativa de las últimas décadas.