Cómo hacer el cheesecake perfecto de dulce de leche y queso: una receta cremosa, crocante y con sabor intenso

Si hay un postre que combina lo mejor de dos mundos, que son la cremosidad del cheesecake y el sabor inconfundible del dulce de leche argentino, es este cheesecake de dulce de leche y queso.
Su textura suave, el toque justo de dulzura y la base crocante de galletitas lo convierten en un clásico ideal para cualquier ocasión, ya sea una cena con amigos, un cumpleaños o simplemente para cumplir un antojo dulce de domingo. A continuación, la receta ideal para crear un cheesecake de dulce de leche y queso bien argentino.
Receta para cheesecake de dulce de leche y queso
Ingredientes
Para la base:
- 200 g de galletitas de vainilla (Lincoln o similares; también podés usar Chocolinas si te gusta más intenso)
- 80 g de manteca derretida
- Para el relleno:
- 400 g de queso crema (tipo Casancrem, Mendicrim o Philadelphia)
- 300 g de dulce de leche repostero
- 100 g de azúcar
- 3 huevos
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 cucharada de almidón de maíz (maicena)

Para la cobertura (opcional pero recomendada):
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- 150 g de dulce de leche
- 100 cc de crema de leche
Paso a paso
1- Preparar la base:
Procesá las galletitas hasta que queden bien molidas.
Mezclalas con la manteca derretida hasta formar una pasta húmeda.
Cubrí el fondo de un molde desmontable (20–22 cm de diámetro) presionando bien para que quede compacta.
Llevá a la heladera mientras preparás el relleno.
2- Relleno cremoso:
En un bol grande, batí el queso crema con el azúcar hasta obtener una mezcla lisa y sin grumos.
Agregá el dulce de leche, la esencia de vainilla y la maicena; mezclá hasta integrar.
Incorporá los huevos de a uno, batiendo apenas para que la preparación no pierda aire.
Volcá sobre la base ya fría.

3- Cocción:
Llevá al horno bajo (160 °C) durante 50 a 60 minutos, o hasta que el centro esté casi firme (debe moverse levemente al sacudir el molde).
Apagá el horno y dejá el cheesecake adentro con la puerta entreabierta para evitar que se agriete.
Una vez a temperatura ambiente, refrigerá por al menos 4 horas (idealmente de un día para el otro).
4- Cobertura final:
Calentá la crema con el dulce de leche a fuego suave hasta que se fundan y logren una textura fluida.
Dejá entibiar y volcá sobre el cheesecake ya frío.
Llevá nuevamente a la heladera por una hora antes de servir.