Ícono de la cocina española: dónde queda el bodegón que guarda el espíritu de Cantabria y fue escenario de una joya del cine argentino

Dentro del centenario restaurant, los hermanos Calandra Taboada continúan con el legado familiar allí donde se filmó un clásico y, actualmente, se sirven algunas de las mejores paellas de CABA.
Restaurante Montañeses, comida española.
Restaurante Montañeses, comida española. Foto: Instagram / montanesesresto.

Entre las calles tranquilas de Colegiales, detrás de la modesta fachada del Club Montañés, se esconde un restaurante que hace más de 30 años fusiona sabores, historia familiar e incluso, un paso por el cine nacional.

Fundado en los años 90 dentro del club creado por inmigrantes cántabros en 1923, el restaurante Montañeses se transformó en un clásico barrial donde la cocina española encuentra su lugar con identidad propia. Hoy está a cargo de Guido y Stephan Calandra Taboada, hijos de uno de los fundadores originales.

Restaurante Montañeses, comida española. Foto: Instagram / montanesesresto.

“Cuando papá y mi tío empezaron, yo tenía apenas dos años y Stephan ni siquiera había nacido. Por eso él siempre dice que nació acá, y en cierto punto, es verdad”, cuenta Guido para La Nación, mientras recuerda los inicios humildes del restaurante. Lo que arrancó como un buffet atendido por dos hermanos gastronómicos, sin vínculo familiar con el club, fue ganando prestigio y clientela hasta convertirse en una referencia del barrio.

Aunque la familia Calandra no es de origen cántabro (el apellido paterno es italiano y el materno, gallego), la tradición española se impuso por pedido de los socios del club. Los platos típicos como las tortillas, la paella y las rabas nacieron de recetas compartidas por clientes y de la experimentación en la cocina, cuando productos como el pulpo o los langostinos eran difíciles de conseguir. Hoy, la carta conserva esos clásicos, con leves reversiones que combinan lo tradicional con un toque contemporáneo.

Restaurante Montañeses, comida española. Foto: Instagram / montanesesresto.

El restaurante, abierto al público desde sus inicios, fue ganando una clientela diversa. “Los domingos es un clima familiar, los sábados por la noche viene gente más grande, y en la semana se llena de grupos de amigos”, explica Stephan. Esa variedad de públicos exige una oferta flexible, donde se puede almorzar por $25.000 o vivir una experiencia más completa por $80.000.

Uno de los hitos que marcó al bodegón fue su participación en el cine. En el año 2000, Montañeses fue escenario de algunas escenas de “El hijo de la novia”, la recordada película de Juan José Campanella con Ricardo Darín, Héctor Alterio y Norma Aleandro. “Estuvieron dos semanas filmando. Fue una linda experiencia”, rememora Guido.

Aunque reconocen que el futuro es incierto, como lo es todo en Argentina, los hermanos no descartan ampliar su propuesta: sueñan con un espacio más pequeño, moderno, pero con la esencia de siempre. Mientras tanto, el restaurante Montañeses sigue siendo ese lugar donde el barrio se sienta a la mesa, la cocina huele a mar y a recuerdos, y cada plato trae consigo una historia que merece ser contada.

Restaurante Montañeses, comida española. Foto: Instagram / montanesesresto.

Cómo llegar a Montañeses, en CABA