Pizzetas saborizadas: la receta perfecta para sorprender a tus amigos en pocos minutos

Si tenés ganas de comer algo rico, con gusto casero y sin complicarse demasiado, las pizzetas saborizadas son la opción ideal. Esta sencilla receta se prepara en pocos minutos y pueden llevar un sinfín de ingredientes, ideal para aquellos que aman jugar en la cocina.

Perfectas para una picada, se trata de una comida liviana y fácil, que incluso puede llevarse en una vianda. Estas mini pizzas se pueden hacer con tapas de empanadas, pan pita, masa casera o hasta pan lactal. Solo necesitás una base, un poco de salsa, queso y tu topping favorito.
Desde los clásicos como jamón y morrón, hasta combinaciones más gourmet como rúcula y parmesano, hongos salteados, cebolla caramelizada o incluso hummus y vegetales asados.
Sin embargo, la receta suprema es la de la masa de la pizza y conseguir con ellas pequeñas pizzas individuales, que sin dudas se llevarán los aplausos de los comensales.
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Paso a paso: cómo hacer pizzetas caseras fáciles
Para la masa básica:
- 300 g de harina 0000
- 1 cdita de sal
- 1 cdita de azúcar
- 1/2 sobre de levadura seca (5 g)
- 160 ml de agua tibia
- 1 cda de aceite de oliva
- Para el armado:
- Salsa de tomate (casera o de caja, condimentada)
- Queso mozzarella rallado
- Orégano
- Aceite de oliva
- Toppings a gusto
Paso a paso:
En un bowl, mezclá la harina con la sal. Aparte, disolvé la levadura y el azúcar en el agua tibia y dejá reposar 10 minutos hasta que haga espuma. Uní todo y agregá el aceite. Amasá hasta lograr una masa suave y homogénea.
Una vez hecha la masa, tapá con un repasador y dejá levar 30-40 minutos, hasta que duplique su tamaño.

Estirá la masa sobre una mesada con harina y cortá círculos del tamaño deseado (tipo tapa de empanada o más grandes).
Llevá las bases a una placa aceitada y horneá 5-7 minutos a 200 °C para que se doren apenas (esto evita que queden húmedas después con la salsa).
Luego, colocá la salsa, un poco de orégano, queso y toppings a gusto. Rociá con un hilo de oliva y volvé a meter al horno por 8-10 minutos, hasta que el queso se derrita y los bordes estén doraditos.