La guarnición perfecta: la receta fácil, rápida y con pocos ingredientes para hacer papas crocantes con parmesano

Las papas, ya sean al horno, fritas o en puré, pueden ser un gran acompañamiento en cualquier comida. De hecho, ya que son consideradas como un amigable snack. Pero esta vez hay una receta que las convierte en las grandes protagonistas de este plato, con un resultado glorioso.
Esta comida puede destacarse como una poderosa guarnición o como un snack que desaparecerá de la mesa en cuestión de minutos: se trata de las papas crocantes con queso parmesano.

Llenas de sabor, crocantes por fuera y suaves por dentro, tienen la combinación perfecta del sabor salado del queso y la cremosidad de la papa cocida. Puede combinarse con mayonesa, alioli, crema ácida o ketchup.
Paso a paso, cómo hacer papas crocantes con queso parmesano
Ingredientes:
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- 4 papas medianas (mejor si son de tipo russet o Yukon Gold)
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 1/2 cucharadita de pimentón (opcional)
- Sal y pimienta al gusto
- 1/2 taza de queso parmesano rallado (mejor si es rallado fresco)
- Perejil fresco picado (opcional, para decorar)
Instrucciones:
Precalentar el horno a 220 °C (428 °F) y cubrir una bandeja con papel de horno o una lámina de silicona. Luego, lavá bien las papas (podés pelarlas o dejarlas con cáscara) y cortalas en gajos o rodajas finas, como prefieras.

Hervirlas en agua con sal durante 5-7 minutos para que se ablanden un poco, luego escurrirlas bien. Una vez terminado este paso, sazonalas en un bol con el aceite de oliva, el ajo en polvo, pimentón (si usas), sal y pimienta. Mezclalas para que queden bien cubiertas.
Distribuirlas en la bandeja, sin que se encimen y luego espolvorear el queso parmesano por encima de las papas. Si querés que queden más doraditas, podés agregar un poco más de queso al final del horneado también.

Hornea durante 25-35 minutos, volteándolas a la mitad del tiempo para que se doren bien por ambos lados. El tiempo puede variar según el grosor del corte. Saca del horno, espolvorea con perejil fresco y ¡a disfrutar!