Seguro no lo sabías: ¿cuál es la fecha indicada para armar el árbol de Navidad?

En Argentina, el árbol de Navidad suele armarse el 8 de diciembre, una fecha que coincide con el feriado por el Día de la Inmaculada Concepción. Ese día, muchas familias aprovechan para reunirse y empezar a decorar la casa, dando por inaugurada la temporada navideña.
La elección de este momento no es casual: funciona como una especie de rito de inicio de las fiestas, donde se combinan tradición, espiritualidad y un clima de encuentro familiar alrededor de una actividad compartida.

¿De dónde viene esta costumbre?
El uso de un árbol perenne como símbolo festivo tiene raíces muy antiguas. En las culturas nórdicas y celtas, el solsticio de invierno era un momento especial y se solía llevar a los hogares un roble adornado con frutos y velas para “darle vida” y augurar un buen florecimiento tras el frío.
Siglos más tarde, alrededor del año 700, San Bonifacio reinterpretó esos rituales paganos en la zona de Hesse, Alemania. Derribó un árbol asociado a cultos antiguos y, en su lugar, plantó un abeto que decoró con manzanas —representación del pecado original— y velas —símbolo de la luz de Cristo—. Con el paso del tiempo, esos elementos fueron mutando hasta convertirse en las clásicas esferas, guirnaldas y luces que hoy conocemos.
También podría interesarte

Ideas para decorar el árbol de Navidad
- Definir una paleta: combinaciones como dorado con verde, o rojo con blanco, crean un efecto prolijo y armonioso.
- Incorporar objetos personales: fotos, pequeños recuerdos o adornos hechos a mano le suman un toque emocional.
- Jugar con la iluminación: colocar las luces desde el interior hacia afuera para que el árbol brille de manera pareja.
- Armar con tiempo: dejarlo listo un par de semanas antes de Navidad permite disfrutarlo durante todo diciembre.
En definitiva, más allá de la fecha elegida, lo importante es que el armado del árbol se convierte cada año en un ritual que marca el comienzo de la temporada festiva. Un momento para detenerse, decorar y compartir en familia, que mantiene viva una tradición que atraviesa generaciones.














