El truco para evitar que las papas se oxiden: ¿cuál es?

Cocinar no es una tarea fácil, ya que cada alimento tiene sus propios procesos y requerimientos, como es el caso de las papas. Al cortarlas y entrar en contacto con el aire, estas sufren una reacción química conocida como oxidación, lo que genera que se vuelvan marrones o grises.
Para evitar que este fenómeno aparezca, las papas peladas o cortadas deben colocarse en un recipiente con agua fría. Esto impide que el tubérculo entre en contacto con el aire y se oxide.

Papas. Foto: Unsplash
Para retardar más la oxidación, se puede agregar jugo de limón o vinagre al agua. El ácido cítrico y el ácido acético ayudan permiten que las papas se puedan almacenar durante un período más largo.
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Quienes no quieran recurrir al recipiente con agua, pueden rociar las papas directamente con el jugo de limón. El ácido del limón forma una capa protectora sobre las papas, impidiendo que se oxiden rápidamente.

Papas. Foto Unsplash.
Otra opción es mantenerlas en la heladera, ya que el frío retrasa las reacciones químicas, como la oxidación.
Papas verdes y con brotes: los motivos por los que no tenés que consumirlas
Al quedar almacenadas, las papas comienzan a desarrollar brotes con el objetivo de "volver a crecer". Estos suelen aparecer cuando comienzan a envejecer y liberar al almidón que contienen, el cual se convierte en azúcares. Además, muchas suelen presentar tonalidades verdes en su interior.

Papas. Foto Unsplash.
Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), el consumo de papas verdes o con brotes puede ocasionar diversos síntomas, entre ellos están:
- Dolor abdominal
- Náuseas
- Debilidad
- Vómitos
- Alucinaciones
- Visión borrosa
- Deshidratación causada por trastornos gastrointestinales
Esto se debe a que, en este estado, las papas pueden contener chaconina o solanina, dos glicoalcaloides que son naturalmente tóxicos para los humanos.