El ave fénix de los bodegones: es un emblema del Microcentro porteño, estuvo a punto de desaparecer y hoy es considerado el más barato
Un punto de encuentro para turistas, oficinistas o quien quiere ponerle una pausa a frenética jornada. Este sitio es considerado una parada obligada para cualquier amante de la cocina de bodegón y esta es su historia.

Buenos Aires va a una velocidad distinta, por algo le dicen “la Ciudad de la furia”. No es fácil encontrar un momento para relajar y bajarse de esa frenética forma de vivir, pero muchos optan por un momento de descanso al comer en sitios emblemáticos como los bodegones que hoy coparon la capital argentina.
Hay para todos los gustos: modernos, de comida, tradición y los clásicos que resiste el paso del tiempo como Pippo. Fundado en 1936, se convirtió en un emblema de la comida casera y, ante todo, accesible. La historia de un emblema que casi deja de existir.

Pippo, el bodegón favorito del Microcentro
Primero se ubicó en el Nuevo Mercado Modelo, donde actualmente se encuentra el Paseo La Plaza, sobre Sarmiento, entre las calles Montevideo y Rodríguez Peña. Cuatro años después, en 1941, se mudó a la vuelta para establecer alrededor de Montevideo 341, un polo gastronómico que solía convocar a estrellas del varieté y la farándula porteña. El restaurante trasnochaba por la demanda y cerraba a las seis de la mañana y al otro día abría pasado el mediodía.
Se transformó en un lugar de culto por cuidar sus tradiciones como los vinos en pingüino y los sabores clásicos atravesaron generaciones. Su éxito fue tal que logró expandirse con varias sucursales, pero la pandemia casi se lo lleva puesto. Pero las redes sociales lo empujaron para un renacer inesperado y vivir un segundo éxito en época de Instagram y TikTok.
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Tras casi 90 años, su plato insignia sigue siendo el mismo: el vermicelli con tuco y pesto. No es solo un clásico del lugar, es un símbolo de la gastronomía porteña que atrae a cualquier porteño o turista que va gracias a las recomendaciones de amigos o de un tiktoker.
Los años le pasaron factura y no pudo escapar de las crisis económicas que golpearon al país, haciendo así que pierda terreno. Las sucursales fueron cerrando y solo quedó en pie el local de la calle Paraná 356, donde el restaurante funciona desde 1967.
En 2020, en plena pandemia, las restricciones hicieron que pierda clientes y costos insostenibles. De esta forma, el local de Montevideo 341 bajó sus persianas y Pippo corría serio riesgo de desaparecer hasta lo impensado.

El revivir de Pippo
TikTok e Instagram se convirtieron, casi sin buscarlo, en su salvación. Usuarios de redes comenzaron a compartir videos y fotos de los platos abundantes y baratos del bodegón que, llamados por la nostalgia, lo volvieron a elegir.
Los videos de TikTok mostrando los vermicelli humeantes con tuco y pesto, el bife de chorizo a la Pippo - con huevo frito, morrón y papas fritas, y que junto a los mozos con delantales clásicos se volvieron virales.

Hoy, la dirección de Pippo está en manos de Alberto, un empresario que prefiere mantener un perfil bajo, pero que supo reinventar la marca sin perder su esencia. Mantener los precios accesibles en un país con inflación constante es un desafío, pero la clave está en la fidelización de los clientes y el boca a boca digital.
A continuación, los precios de Pippo en noviembre
Pastas
- Vermicellis: $6.000
- Ravioles de pollo y verdura: $7.000
- Ñoquis de papa: $7.500
- Fucciles al huevo: $6.000
- Tallarines al huevo: $6.000
- Sorrentinos de jamón y queso: $9.500
Salsas
- Fileto: $2.500
- Tuco con carne picada: $3.000
- Pesto: $3.000
- 4 quesos: $4.500
- Mixta: $4.500

Parrilla
- Bife de chorizo con guarnición: $22.000
- Bife de chorizo “Pippo”: $21.000
- Tira de asado grande con guarnición: $21.000
- Asado mediano con guarnición: $19.500
- Bondiola con guarnición: $16.000
- Chorizo o morcilla: $4.500
Ensaladas
- Ensalada hasta tres gustos: $4.500
- Ensalada de papa, perejil y huevo: $6.000
- Ensalada rusa: $7.000
Minutas
- Milanesa de ternera con guarnición: $14.500
- Milanesa de ternera a la napolitana con guarnición: $18.500
- Papas fritas: $7.000
- Puré de papas: $8.000
- Tortilla de papa: $13.000
Bebidas
- Gaseosas: $3.000
- Agua mineral o saborizada: $3.000
Postres
- Flan con dulce de leche: $8.000
- Panqueque de dulce de leche: $7.500
- Bombón escocés: $5.000
- Almendrado: $4.500
De esta manera, una pareja gastará unos $50.000 para comer, si se pide unos clásicos vermicellis con salsa y un bife de chorizo con guarnición, con dos gaseosas y un flan con dulce de leche y bombón escocés de postre.



















