Polémica en Río de Janeiro por la construcción de una tirolesa en el Pan de Azúcar

Pan de Azúcar, Río de Janeiro, Brasil. Foto NA

Manifestantes se expresaron este domingo en Río de Janeiro en contra del proyecto que espera terminarse el segundo semestre de este año, pero que sin embargo, genera cada vez más polémica entre sus detractores. ¿De qué hablamos? Se trata de una tirolesa que permitirá a los visitantes descender desde el morro Pan de Azúcar (Río de Janeiro, Br.), ubicado a 396 metros sobre el nivel del mar, hasta su vecino Urca, a 220 metros de altura. La distancia total que se recorrerá será de 755 metros, alcanzando una velocidad máxima de 100 km/h. 

Sin embargo, a pesar de las expectativas generadas, la construcción ha sido objeto de críticas por parte de ciertos sectores de la sociedad. Entre sus detractores se encuentran aquellos que temen posibles efectos negativos en la flora y fauna local, así como aquellos que han sido afectados por los sobrevuelos de helicópteros turísticos. 

También ha habido preocupación por las perforaciones que se hicieron para sostener los cables de la tirolesa, especialmente en la roca de dos monumentos nacionales protegidos por el Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico (Iphan).

Gricel, quien fuera montañista y actualmente forma parte del Grupo Acción Ecológica y del Movimiento "Pan de Azúcar sin tirolesa", dijo que la montaña "no es solo una piedra", sino que tiene vida.

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Qué dice la empresa que lleva el proyecto

Por el otro lado está la empresa encargada del proyecto, Parque Bondinho, que ya ha gestionado desde hace más de un siglo el teleférico que une los dos morros, con las vistas panorámicas más apetecibles de Río de Janeiro: aseguran que el proyecto cuenta con todos los permisos necesarios, después de haber consultado a diversas asociaciones civiles y cumplir con los requisitos exigidos por las autoridades.

No obstante, algunos manifestantes se han reunido en la base del morro para protestar contra la construcción de la tirolesa. Levantando pancartas con mensajes como  "Fuera tirolesas", ya han conseguido recolectar más de 10.000 firmas en una petición en línea para detener las obras.