Tras explosión en la represa de Kajovka, Rusia niega las acusaciones y habla de "sabotaje deliberado" de Ucrania

Destrucción de la represa de Kajovka, Ucrania. Foto: Reuters.

La destrucción de la represa de Kajkova, al sur de Ucrania, se puso este martes en el centro de la escena en medio de la guerra que se libra en Europa del Este. Desde el primer momento de haberse producido la voladura, desde Kiev se acusó frontalmente a las fuerzas del Kremlin de haber estado detrás de la operación que, además, puso en riesgo a miles de habitantes civiles de las zonas cercanas.

Pero tal como era de esperarse, la reacción rusa no demoró en llegar y desde Moscú se lanzó una acusación cruzada.

Así las cosas, Rusia ha negado enfáticamente este martes las acusaciones de Ucrania de que Rusia está detrás de la destrucción de la represa de Nueva Kajovka y aseguró que se trata de un "sabotaje deliberado" de parte de los propios ucranianos.

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Dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov: "Negamos rotundamente estas acusaciones. Se trata de un sabotaje deliberado, planeado y organizado por orden del régimen de Kiev".

Entre tanto, también Peskov agregó que toda la responsabilidad por las consecuencias del desastre recae ahora en la parte ucraniana. El portavoz del Kremlin vinculó la explosión en la presa con la contraofensiva ucraniana y aseguró que Kiev dio este paso porque "no consigue sus objetivos" en el campo de batalla.

Portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov. Foto: Reuters.

"Sus operaciones ofensivas se están ahogando", aseguró el portavoz del Kremlin sobre Ucrania.

A la vez, Peskov redirigió al Ministerio de Defensa de Rusia la pregunta sobre el impacto de lo sucedido en la campaña bélica rusa.

La represa de Kajovka, desbordada tras la explosión. Foto: Reuters.

Y es que la represa de la central hidroeléctrica tiene una gran importancia no solo por sus capacidades energéticas, sino también porque conecta las orillas derecha e izquierda del río Dniéper, convertido en primera línea de frente entre los Ejércitos de Rusia y Ucrania.

Según Peskov, uno de los objetivos del ataque era también dejar sin agua a la península de Crimea, que sin embargo tiene por el momento suficientes reservas en sus embalses.