Un relevamiento de la Asociación Argentina de Lucha Contra el Cibercrimen confirma la tendencia y detalla que en 2019 lleva contabilizadas 173 denuncias de hechos de sextorsión, solo 30 menos que el total de 2018, cuando aún restan cinco meses para cerrar el año. Además, denuncian que se han pagado miles de pesos por estos crímenes.
Por Canal26
Sábado 10 de Agosto de 2019 - 20:47
La sextorsión es parte del ciberdelito que gana terreno en el mundo, perforando la intimidad y abusando de la confianza de miles de víctimas
Un relevamiento de la AALCC (Asociación Argentina de Lucha Contra el Cibercrimen) confirma la tendencia y detalla que en 2019 lleva contabilizadas 173 denuncias de hechos de sextorsión, solo 30 menos que el total de 2018, cuando aún restan cinco meses para cerrar el año.
El promedio, en 2016, período que se toma como parámetro inicial del registro, era de menos de una decena de casos por mes. Este año, ese indicador roza los 30 hechos en ese mismo lapso de tiempo. “Y esto es lo que tenemos blanqueado, denunciado por las víctimas. Sin dudas hay más, que no se animan a denunciar, por vergüenza o por temor a sacar a la luz un hecho que le pueda traer otros problemas personales”, cuenta Diego Migliorisi, fundador de AALCC.
La mayoría de la situaciones se dan a través de Facebook y tiene como víctima a hombres, de entre 30 y 45 años. Una cantidad menor de hechos se suceden en Instagram, una cuota tan baja como la que encuentra al sexo femenino en la mira de la extorsión. También se ejecutan por Whatsapp.
Esta variante de delito informático es muy cercana a la porno venganza, pero no es la misma situación. En la sextorsión se busca el beneficio económico a través de una extorsión, bajo la amenaza de difundir material íntimo y sensible. En la revenge porn, una parte trata de desquitarse de la otra con ese tipo de información, sí, pero por un motivo personal y con el objetivo de dañar su reputación en las redes, en su círculo íntimo, sin el móvil económico como eje. Ese incentivo es único y exclusivo de la sextorsión.
“Preciso ayuda urgente, conocí a una chica por Messenger de Face y me hizo desnudar y ahora me amenaza que si no le deposito 5000 pesos en una cuenta va a compartir a todos el video. Sé que lo tiene porque me lo mandó… encima la cuenta no es de acá, es de Costa de Marfil. Por favor ayúdenme. Estoy desesperado. La bloquee pero me contacta de nuevo con otro perfil...”. El relato, corto, preciso y desesperado, es una constante en las vías de comunicación de la ONG que dirige Migliorisi.
La denuncia es fundamental, sirve para mensurar la amplitud del problema, permite iniciar una investigación, poner el tema en el mapa del delito. De todos modos, por el tipo de ilícito, todas las fuentes consultadas acuerdan que la clave es la prevención.
El juego se abre con un mensaje. Se dispara la sorpresa, es una persona con la que nunca antes hubo contacto. Es un perfil falso, decenas y docenas de vidas ficticias, puras de atracción y belleza, digitadas por operadores on line en una especie de call center, en algún lugar del mundo. Arman una historia.
El objetivo no se ajusta a parámetros preestablecidos: un estudiante, un empleado, un obrero de la construcción. Son pescadores en la red, caiga quien caiga, a la espera del “hola” del otro lado. La carnada es el sexteo, ese dinámico y erótico picoteo de cerebro a base a mensajes, que si luego se traslada a fotos y videos, mejor para el victimario. De ser así, el primer objetivo, el principal, estará cumplido.
La información es el sostén de la extorsión. Ellos tienen esa foto o ese video que no le mostrarías a nadie, muchas veces ni siquiera a tu pareja. También poseen algunos de tus contactos, ya pescaron los datos de varios de tus amigos o familiares en Facebook o Instagram. Sin saberlo, se les abrió la puerta y se los dejó entrar.
El contacto cambia de rumbo, de tono, de forma: “Tengo este video tuyo, este sos vos, te estás masturbando. Si no depositás 500 euros en este número de cuenta, todos estos contactos tuyos lo verán en cuestión de segundos. Tenés 24 horas”. Acto seguido, la comunicación termina y el miedo empieza a correr más rápido que los minutos, que las horas.
"Nuestra recomendación es no pagar y hacer la denuncia. Pero sucede que la víctima, ante la desesperación, paga. Y la extorsión sigue. Nosotros tenemos un registro de unos 20 casos por semana en nuestro país", remarca Migliorisi.
Desde la Dirección de Prevención e Investigaciones de Delitos Tecnológicos de la Policía de la Ciudad, dirigida por el Comisionado General Oscar Álvarez, insisten en que la denuncia es clave, que realizan capacitaciones en las comisarías vecinales para adecuar al personal a esta serie de delitos informáticos (sextorsión, porno venganza, grooming...) y que ante cada hecho elevan un informe a Interpol.
¿Cómo protegerse?
1- No realices imágenes de contenido erótico, y si lo hacés, por lo menos cuidá de que no puedan identificarte para que en el futuro no puedan ser usadas para chantajes o extorsiones.
2- Evitá sostener diálogos virtuales o comunicaciones en general con personas desconocidas.
3- Configurá las opciones de privacidad en las redes sociales.
4- Descargá y usá de aplicaciones de acuerdo a tu edad (dirigido a menores).
5- Tené en claro que cada actividad realizada en internet deja una huella y las imágenes o videos compartidos pueden seguir ahí por siempre, en forma parcial o total y con muchas denominaciones diferentes.
¿Cómo reaccionar?
1- No entres en pánico y denuncialo. Las autoridades tomarán tu caso en serio y con confidencialidad y no te juzgarán por caer en este fraude.
2- Hay muchas más víctimas; recordá que no estás solo.
3- No pagues, no accedas al chantaje. Y si ya efectuaste el pago intentá cancelarlo.
4- Muchas víctimas que ya pagaron a los chantajistas continúan haciéndolo por miedo a que éstos publiquen las imágenes y los extorsionadores continuarán pidiéndote cada vez más y más dinero. De hecho, muchas veces acaban publicando los videos y fotografías sexuales de todas formas.
5- Cortá el contacto con los criminales, es fundamental que dejes de hablar con ellos. Pero si ya lo hiciste, tomá capturas de pantalla de todas las conversaciones que mantuviste con ellos. También es aconsejable que suspendas, al menos de forma temporal, las cuentas de todas tus redes sociales (pero no las elimines, para poder guardar las pruebas).
6- Si algo ya fue publicado por parte de los extorsionadores deberás bloquearlo y denunciarlo.
7- Prestá atención a todo lo que veas en la red.
8- Guardá las pruebas, además de las conversaciones con los estafadores, y todas las imágenes con las que te están chantajeando.
9- Anotá todo lo que te hayan dicho los criminales y detalles sobre ellos, también puede ser de ayuda.
10- Recordá que no debés borrar las conversaciones, por más embarazosas que te resulten. Guardalas en un lugar seguro. Te resultará más fácil probar que fuiste víctima de una "sextorsión" y ayudará en la investigación.
11- Y recordá, cuanto antes lo denuncies, mejor.
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