"Argentina está peor que en el año 2000 y las inversiones se fueron del país", dijo Juan Pablo Lohlé

Juan Pablo Lohlé. Foto: Twitter @jplohle

La Argentina se puso en el centro de la escena regional con la organización de la VII Cumbre de jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). El encuentro empieza formalmente este martes 24 de enero, cuando Buenos Aires reúna a representantes de los 33 Estados Miembros, además de invitados que representan a los Estados Unidos y Europa.

Dada la compleja coyuntura económica que existe en la Argentina, esta Cumbre se presenta como una oportunidad para profundizar sus relaciones con los demás países, pero especialmente con Brasil, su principal socio comercial y estratégico en la región.

En esta línea, la presencia de Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió su tercera presidencia de Brasil el pasado 1° de enero, tiene una importancia trascendental.

Tanto la Argentina como Brasil, buscan relanzar las relaciones bilaterales, una tarea que quiere concretar con éxito Alberto Fernández desde que Lula triunfó en las urnas; de hecho, fue uno de los primeros en concretar su viaje a Brasilia para saludar a da Silva. Un claro signo de acercamiento.

Al respecto de la relación entre ambos países, habló Juan Pablo Lohlé,          exembajador argentino en Brasil entre el 2003 y 2011. El diplomático hizo un detallado análisis los temas más importantes de las lazos bilaterales entre ambas naciones. Aseguró que “la relación entre ambos países es compleja porque la Argentina está en una situación mucho más complicada que en la década del 2000, y está tratando de buscar alguna opción o atajo a la crisis de la mano de Brasil”.

En el mismo sentido, Lohlé comentó que “el comercio disminuyó a pesar de que está creciendo, porque las inversiones de Brasil se fueron de la Argentina durante todo este período y el período anterior también, pero eso empezó en la época del Gobierno de Cristina Kirchner”. Y continúó: “todo comenzó con el retiro de la implantación de una producción de potasio para exportar a todo Brasil, donde ellos se perdieron de vender entre 4.000 y 5.000 millones de dólares”.

Alberto Fernández y Lula da Silva. Foto: NA.

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El alcance del acercamiento

La coyuntura que se vive tanto en Argentina como en su vecino y principal socio en la región, hace que se deba tomar con mucha prudencia el alcance y los apoyos que puedan darse: “Hay un lanzamiento muy emblemático, pero hay que tomarlo con prudencia porque Brasil no está en condiciones de tirar manteca al techo, entonces van a a ser muy rigurosos en cuanto a lo que van a ir desarrollando”, aseguró Lohlé.

Otro aspecto a tener en cuenta en esta nueva etapa de relaciones argentino-brasileñas es el posible anuncio de un plan para avanzar en una moneda común a ambos países, un tema del que hicieron eco los medios de comunicación el pasado fin de semana. Al respecto, el exembajador dijo: “Este tema de la moneda común ya se hizo en el 2008, cosa que nadie dice y lo mencionan ahora como si fuera una inauguración. En ese año, yo estaba de embajador allá y llegó al 3% del comercio, cuando en ese momento teníamos un comercio de ida y vuelta por 40.000 millones de dólares y hoy estamos en 11”.

Sergio Massa y Geraldo Alckmin, vicepresidente brasileño. Foto: NA.

Sobre el proyecto, prosiguió: “Se pueden crear las monedas que se quieran, lo que no se puede es cambiar el valor de la moneda propia”. Y sentenció: “en Argentina el dólar está llegando a 400 pesos y en Brasil el dólar vale 4 o 4,80 reales". Sobre la implementación agregó: “Muchas de las manufacturas que se producen y que exportamos en Brasil nosotros las pagamos en dólares al exterior, entonces se va a terminar vendiendo en pesos a Brasil porque no tengo dólares en el Banco Central. Y el empresario lo que va a querer son dólares porque él tiene que remitir dólares al exterior para importar”.

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Una relación "marketinera"

Resulta interesante la mirada de Lohlé sobre el nuevo intento de acercamiento entre una Argentina en crisis y un Brasil que busca dar un golpe de timón en la mayoría de sus políticas, luego de cuatro años de bolsonarismo: “Yo creo que Brasil, lo que está haciendo es ayudar a la Argentina en la imagen y en alguna propuesta comercial”, sostuvo el ex embajador. Y agregaba: “Lo más concreto es la posibilidad de lanzar la provisión de gas a todo el sur de Brasil, terminar el gasoducto. Y esto es lo que nosotros podemos hablar en serio con nuestro país vecino”.

En el mismo sentido, aseveró Lohlé: “Todo esto es una forma de presentar un relanzamiento de la relación entre ambos países, en forma positiva, que tiene más que ver con el marketing político que con la realidad”.

Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. Foto: Reuters.

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Lawfer y derechos humanos

El diplomático también se refirió a la tensión entre el poder ejecutivo y la Corte Suprema de Justicia: “Hoy en Ginebra, el secretario de Derechos Humanos va a hacer una presentación sobre el lawfer y el tema de la persecución política y esto es la primera vez que ocurre. En el Mundo no hay nadie que utilice un organismo internacional para vender moneda falsificada. Acá hay enriquecimiento ilícito, entonces acá también hay un problema de entendimiento interno. El derecho penal tiene características claras porque usted no puede tipificar un delito”.

Otro de los temas candentes es la visita del presidente venezolano Nicolás Maduro a la Argentina para participar de la cumbre de la CELAC: “Lo que hace Alberto Fernández está totalmente sobreactuado, lo que tendría que explicar el presidente es el informe de Bachelet que habla de 5.000 asesinatos en Venezuela. Y eso tendrían que mirar los organismos de derechos humanos también, que están todos callados la boca”.