"Yo nunca alcanzaré ese nivel”: la virtud de Steve Jobs por la que Bill Gates lo admira

Bill Gates. Foto: Reuters

La mente brillante de Bill Gates, creador de Microsoft, constantemente busca maneras de seguir mejorando en su aspecto personal. En este sentido, reconoció una virtud de Steve Jobs, "una habilidad que él tenía, un nivel que nunca alcanzaré”.

Es que el magnate empresarial siempre se destacó por su constancia y orden a la hora de empujar sus propios límites, más que por sus habilidades histriónicas, las que le reconoce a su colega.

Steve Jobs. Foto: X

Respecto a Steve Jobs, explicó que él "era natural, siempre fue divertido y era parte de su genio". Si bien ambos lograron un éxito rotundo con sus proyectos iniciados en la década de los 70′s, el exdirector ejecutivo de Microsoft comentó: “Siempre fue divertido verlo ensayar. Parte de su genio era que, cuando finalmente lo hacía, parecía que simplemente estaba pensando en ello”.

Es que, según dijo, la presencia de los CEOs en los escenarios es clave para persuadir acerca del impacto de los avances en la vida y los trabajos: “Incluso lo llamamos evangelización. A algunas personas puede que no les guste que hayamos tomado un término religioso, pero contar la historia de la magia del software es algo que, ciertamente cuando tenía 30 años, era una gran parte del trabajo”, añadió.

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La rivalidad entre Steve Jobs y Bill Gates

Los dos emblemas de la tecnología no siempre coincidieron debido a las distintas filosofías con las que se manejaban. Igualmente, la pelea entre el fundador de Microsoft y el creador de Apple tenía que ver con que ambos luchaban por conquistar el mercado emergente de las computadoras personales.

Incluso, Apple demandó a Microsoft por infringir sus derechos de autor y de patentes, alegando que Microsoft había copiado el diseño y la interfaz gráfica de la computadora Mac, que era una creación original.

Microsoft. Foto: Unsplash

El juicio se prolongó durante años y fue un tema picante en la industria de la tecnología. Aunque Apple argumentó que Microsoft había robado sus ideas, el juez dictaminó que Microsoft no había infringido los derechos de autor y que tenía el derecho de desarrollar un sistema operativo con una interfaz gráfica similar.

Jobs tenía una obsesión por el diseño y la calidad, creía que los productos debían ser bellos tanto por dentro como por fuera, y que debían ser fáciles de usar. Gates, por otro lado, se centraba más en la funcionalidad y la eficiencia: lo más importante era la utilidad del producto.