Misterio en Londres: un iPad encontrado en el Támesis ayudó a resolver un crimen que parecía de película

Río Tamesis. Fuente: Unsplash

Un misterio fue resuelto gracias al hallazgo de un iPad entre la arena y las rocas a la orilla del río Támesis de Londres, que ayudó a resolver un crimen en el que convergen un tiroteo, un robo millonario, la sustracción de un jarrón chino en Suiza y tres implicados, que parece sacado de un guion de película.

Según informó la BBC y replicó EFE, la tablet fue encontrada en noviembre pasado por un agente de policía con un detector de metales junto al O2 Arena, al este de la capital británica. Esto permitió desencallar una investigación que duró seis años y que finalizó con la declaración de culpabilidad de tres acusados del intento de asesinato de un conocido ladrón británico.

Río Támesis. Foto: EFE

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Louis Ahearne, Stewart Ahearne y Daniel Kelly planearon quitarle la vida en 2019 a Paul Allen, un ladrón convicto que pasó 18 años en prisión por el robo de 54 millones de libras (64 millones de euros) que nunca fueron recuperados de un depósito de efectivo en el que se considera aún el mayor robo a mano armada en la historia del Reino Unido.

Los hermanos Ahearne y Kelly intentaron matar a tiros a Allen, que vivía en aquella época de alquiler junto a su mujer y sus tres hijos en una casa en Woodford, al este de Londres, propiedad del comediante inglés Russell Kane, aunque tan solo lograron dejarle sin movilidad desde el pecho para abajo.

Los acusados del crimen en Reino Unido. Fuente: Gentileza BBC

Los acusados participaron además en el robo de un jarrón chino de la dinastía Ming del siglo XIV del Museo de Arte del Lejano Oriente de Ginebra (Suiza), motivo por el que llegaron a estar encarcelados en el país alpino, que después los extraditó al Reino Unido.

En el análisis del iPad -encontrado después de que Louis Ahearne reconociera que habían hecho una parada en su recorrido tras huir del lugar del tiroteo- se encontraron registros de llamadas entre Kelly y los hermanos Ahearne y datos del GPS que los ubicaban en la casa de Allen.

También se hallaron historiales de compras en Amazon y eBay de teléfonos desechables no registrados para comunicarse y se descubrió que la tarjeta SIM del dispositivo estuvo activa hasta poco antes del tiroteo.

Los tres acusados fueron declarados culpables este lunes por un tribunal de Old Bailey y la sentencia se conocerá el próximo 25 de abril.