“Pequeño J” espera su extradición en la cárcel más sobrepoblada de Perú: cómo es por dentro el penal de Cañete

Tony Janzen Valverde Victoriano, más conocido como “Pequeño J”, está alojado en el penal de Cañete, situado en la región de Lima, mientras se define su extradición a Argentina, donde está imputado por el triple crimen de Florencio Varela.
Oficialmente conocido como el Establecimiento Penitenciario de Cañete, el penal está situado en el distrito de Nuevo Imperial, a aproximadamente 160 km al sur de Lima. Tras negarse a la extradición voluntaria o simplificada, la Justicia peruana y la argentina trabajan en conjunto para extraditarlo cuanto antes, un proceso que podría llevar meses.

Cómo es la cárcel donde “Pequeño J” espera su extradición: hacinamiento, talleres y servicios limitados
Según datos del Instituto Nacional Penitenciario del Perú (INPE), la capacidad oficial del penal oscila entre 768 y 1.021 internos.

Sin embargo, informes indican que actualmente alberga entre 1.900 y 2.000 personas, lo que representa una sobrepoblación de entre 160% y 200%, uno de los índices más altos del sistema penitenciario peruano.
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El sobrepoblamiento impacta en la vida diaria de los internos: las celdas son compartidas por varios reclusos, los espacios comunes son reducidos y el acceso a agua potable, alimentación adecuada y atención médica es limitado.
En este contexto, “Pequeño J” será alojado en un módulo preventivo, destinado a procesados mientras se resuelve su situación judicial.

La seguridad en Cañete es otro desafío. Los operativos de requisa son frecuentes y se incautan drogas, licor artesanal, celulares, armas blancas y otros objetos prohibidos. A su vez, la diversidad de perfiles entre los internos aumenta la complejidad de la convivencia y la gestión del penal.


A pesar de estas dificultades, el centro penitenciario ofrece talleres y programas educativos para los reclusos. Forma parte de la iniciativa “Cárceles Productivas”, con talleres de cuero y panadería que permiten a los internos aprender oficios y elaborar productos como pan, billeteras, morrales y carteras.
Además, en el ciclo lectivo 2024, más de 600 internos iniciaron clases en los centros educativos del INPE, con acceso a actividades culturales como música y otras propuestas formativas.

De esta manera, el penal de Cañete combina desafíos estructurales y de seguridad con programas de reinserción social, ofreciendo oportunidades de capacitación pese al hacinamiento y los recursos limitados. “Pequeño J” será parte de este contexto mientras espera que se defina su futuro judicial en Argentina.
Cabe señalar que el joven está acusado de ser el autor intelectual del brutal asesinato de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez, ocurrido el pasado 19 de septiembre.