Día Mundial de la Kombucha: cómo se prepara la milenaria bebida que es un elixir para la salud

Te de Kombucha. Foto Twitter @fbsisti.

Cada 21 de febrero se celebra el Día Mundial de la Kombucha, una fecha impulsada por la asociación Kombucha Brewers International para destacar los beneficios de esta bebida fermentada, reconocida por mejorar la salud digestiva y reforzar el sistema inmunológico, cuyo consumo se remonta al 221 a.C. en China.

Conocida como el “elixir de la salud inmortal”, la kombucha ha sido valorada desde hace siglos por sus propiedades digestivas y desintoxicantes. Su consumo regular también se asocia con el aumento de la energía.

Kombucha, bebida fermentada. Foto: Unsplash.

En los últimos años, la kombucha ganó popularidad gracias a su riqueza en probióticos, su menor contenido de azúcar frente a las bebidas industriales y su variedad de sabores. Además, es una opción natural ideal para veganos y para quienes buscan alternativas orgánicas y sostenibles.

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¿Qué es la kombucha y por qué se puso de moda?

La kombucha es una bebida obtenida a partir de la fermentación del té endulzado con la ayuda de un cultivo simbiótico de bacterias y levaduras conocido como SCOBY. Este proceso genera una bebida ligeramente ácida y carbonatada, rica en probióticos y compuestos beneficiosos para la salud.

Esta bebida milenaria es reconocida por su capacidad para mejorar la digestión, reforzar el sistema inmunológico y su efecto desintoxicante. Además, la innovación en sabores amplió su atractivo en el mercado.

Kombucha. Foto: Unsplash

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Los beneficios de la kombucha en el organismo

La kombucha es una bebida fermentada que puede aportar varios beneficios para la salud, entre ellos:

• Digestión: favorece el equilibrio de la microbiota intestinal y la absorción de nutrientes. También puede ayudar a aliviar síntomas como el gas, la hinchazón y el estreñimiento.
• Sistema inmunitario: estimula la producción de células defensoras del organismo.
• Desintoxicación: ayuda a eliminar toxinas y productos de desecho.
• Hígado y riñones: mejora el metabolismo de los azúcares y el funcionamiento general de los riñones.
• Energía: contribuye a reducir la fatiga y aumentar los niveles de energía.
• Inflamación: tiene propiedades antiinflamatorias.
• Colesterol y presión arterial: puede ayudar a reducir el colesterol y la presión arterial.
• Piel: los probióticos presentes en la kombucha pueden ayudar a equilibrar la microbiota de la piel, fortaleciendo su barrera protectora y reduciendo la inflamación.

Kombucha. Foto: Unsplash

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Receta de kombucha casera: paso a paso

Ingredientes

• 17,5 gramos de té verde (sin aromas ni aditivos)
• 200 gramos de azúcar negra
• 5 litros de agua mineral
• 1 SCOBY (cultivo simbiótico de bacterias y levaduras)
• 500 mililitros de líquido iniciador (kombucha previamente fermentada)
• 1 tarro de cristal grande (mínimo 5 litros)
• Tela fina o papel de cocina y una goma elástica
• Botellas de vidrio con cierre hermético

El SCOBY (Symbiotic Culture of Bacteria and Yeast) es una colonia de bacterias y levaduras que se utiliza para fermentar bebidas y alimentos. Foto Twitter @2noerus.

Paso a paso

1. Calentar 500ml de agua hasta alcanzar unos 85°C.
2. Agregar el té verde y dejar reposar durante 5 minutos.
3. Disolver el azúcar negra en la infusión caliente.
4. Poner la mezcla en el tarro grande y agregar el resto del agua mineral fría para enfriar.
5. Una vez que la mezcla esté a temperatura ambiente, añadir el SCOBY y el líquido iniciador.
6. Cubrir el tarro con tela fina o papel de cocina, asegurándolo con una goma elástica para permitir la ventilación pero evitar contaminantes.
7. Dejar fermentar entre 7 y 14 días en un lugar oscuro y a temperatura ambiente (20-25°C). El tiempo depende del nivel deseado de acidez.
8. Retirar el SCOBY con cuidado y reservar junto con un poco del líquido para futuras preparaciones.
9. Poner en una botella la kombucha fermentada y dejar reposar otros 2-3 días a temperatura ambiente para desarrollar gas natural.