La fórmula mágica: cómo lograr una ropa interior limpia y desinfectada usando sal

Los productos químicos también dañan la ropa interior con su uso. Foto: web (mejorconsalud.as.com).

La limpieza adecuada de la ropa interior es de vital importancia para la salud, ya que evita los contagios de enfermedades, siempre y cuando se desinfecte correctamente. No pasa por una cuestión puramente estética, sino que, la mayoría de las veces, los productos químicos de limpieza no cumplen con ambos propósitos: el de limpiar y, a su vez, desinfectar.

Para los especialistas, la ropa interior debe reemplazarse una vez al año. Sin embargo, si tenés prendas con las que te has encariñado y querés prolongar su vida útil, podés seguir este truco casero que consta de tres sencillos pasos. 

La limpieza de la ropa interior es fundamental por una cuestión de salud. Foto: Unsplash.

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Mezcla

En un recipiente, vas a agregar 2 cucharadas de sal, 2 cucharadas de bicarbonato de sodio, 1 cucharada de detergente y el jugo de 1 limón. Posteriormente, deberás añadir agua caliente para que todos los ingredientes se integren correctamente en una solución homogénea. 

Luego, dejarás en remojo la ropa interior entre unos 20 o 25 minutos. La sal actuará como un desinfectante natural, eliminando las bacterias y neutralizando los malos olores. El bicarbonato de sodio y el limón ayudarán a blanquear y desodorizar las prendas, mientras que el detergente colaborará en la eliminación de las manchas.

Una vez que se cumpla el tiempo, es importante lavar la prenda con jabón blanco, para luego enjuagarla con abundante agua. Para finalizar, aprovechá los beneficios de los rayos UV colocando las prendas al sol para que se sequen. La exposición a la luz solar ayudará a eliminar cualquier bacteria remanente, ya que los rayos ultravioletas poseen propiedades desinfectantes naturales.

Estos trucos caseros son una alternativa para mantener tu ropa interior limpia y desinfectada, pero no reemplazan la necesidad de realizar un lavado regular con detergentes adecuados. Siempre es importante seguir las instrucciones de cuidado y lavado proporcionadas por el fabricante de las prendas.