Crisis en Ecuador: cómo la violencia en el país impacta en el bolsillo de la población

Las Fuerzas Armadas de Perú vigilan la frontera con Ecuador. Foto: Reuters

La violencia afecta más que nunca a los 2,6 millones de habitantes de la ciudad más poblada de Ecuador, la costera Guayaquil, hasta el punto de que ya es "normal" tener vías de escape en caso de que los delincuentes irrumpan o alternativas para evitar "desangrar" el bolsillo por los altos costos para poder movilizarse.

Este tipo de precauciones y estilo de vida que conllevan los ciudadanos ecuatorianos aumentó en los últimos días por los actos violentos en todo el país, como la toma temporal de un canal TC televisión por parte de un grupo armado, automóviles incendiados y amenazas a universidades, instituciones del Estado y comercios, por parte de grupos criminales.

Ecuador. Foto: EFE

"Estar preparado para enfrentar a las bandas criminales se ha vuelto una prioridad", asegura Juan, un joven que se gana la vida como conductor de taxi.

A pesar de que cada día transita varias veces por la avenida Francisco de Orellana, una gran arteria del norte de Guayaquil que funciona como la vía urbana más grande de Ecuador, nunca había presenciado "la locura generalizada" vivida en los últimos días.

Así describió los hechos del martes, cuando "no había autoridad. La gente entró en pánico por la toma de rehenes en el canal de televisión y porque empezaron a darse noticias de otras alteraciones del orden público en la ciudad".

Violencia en Ecuador. Foto: Reuters

Tatiana, otra guayaquileña que no sale de su asombro con lo ocurrido, explica que en la misma avenida "los conductores no respetaban las señales de tránsito ni a los transeúntes. Parecía una guerra de todos contra todos".

La mujer ecuatoriana, que vive en el sur de la ciudad, sintió "Mucho miedo. Me desplacé en moto con mi novio y vi como robaban a otros motociclistas y como saqueaban algunos comercios pequeños. La gente estaba loca", relata.

Para esquivar a los delincuentes, la pareja tomó vías alternativas, pero entonces vio cómo las personas se lanzaban a los vehículos particulares para que las llevaran, ya que el transporte público dejó de funcionar.

Estado de excepción en Ecuador ante la creciente violencia. Foto: REUTERS.

El problema continúa diciendo, "es que no siempre habrá quien me lleve durante los 60 días del estado de excepción que decretó el presidente Daniel Noboa para impedir nuevos ataques violentos, y el taxi me sale muy caro, en seis dólares, cuando lo normal son cuatro dólares hasta mi casa".

Otro ciudadano que también se vio afectado por los ataques de los grupos violentos es Roberto, quien salió a las cinco de la mañana de este jueves desde su casa, en el sur de Guayaquil, en dirección al edifico en plena avenida Francisco de Orellana en el que trabaja como vigilante, hasta las seis de la tarde.

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"El taxi me cobró diez dólares. Es un abuso. Así no puedo seguir porque sencillamente no me alcanza la plata. Los pobres siempre perdemos", reclama Roberto.

Los números le dan la razón a este trabajador, ya que la clase trabajadora de Guayaquil es la más afectada por la violencia que lesiona el bolsillo de quienes como él se ganan el salario mensual básico, que en Ecuador es desde este mes de 460 dólares luego de un alza de diez dólares frente al valor del año pasado, pero que no alcanza para darse "lujos" como el usar un taxi diariamente para ir a trabajar.