Alertan por el recrudecimiento de las "entraderas"

El robo que sufrió la semana pasada el conductor Daniel "la Tota" Santillán en su casa de Villa Urquiza expuso, según un relevamiento de una ONG vecinal, el recrudecimiento de las modalidades delictivas conocidas como "entraderas" a casas y departamentos en distintos barrios porteños.

El robo al conocido animador televisivo puso de manifiesto que "en 2015 arrecian los robos a casas de familia y departamentos", de acuerdo al análisis de la ONG "Defendamos Buenos Aires".

"La modalidad de `cerrachorros´ que inauguraron los colombianos en el año 2012, cuando merced al engaño de instalar cerrajerías de 24 horas en diversos barrios porteños, accedían a copiar llaves que luego utilizaban para ingresar a departamentos en ausencia de sus dueños y vaciarlos ha vuelto con fuerza en Belgrano y Núñez", señaló Javier Miglino, titular de la entidad.

Al respecto, aseguró que "un edificio en la calle Roosevelt entre Vuelta de Obligado y Cuba sufrió dos ataques de este tipo en el mes de julio, cuando colombianos ingresaron y no pudieron robar porque los copropietarios reaccionaron de inmediato".

Según pudo establecer la Justicia a partir de los detenidos en los hechos, la mayoría de ellos atrapados por los mismos vecinos o por los damnificados directos y no por las fuerzas policiales de las comisarías de la zona, las bandas provienen de lugares determinados: del partido bonaerense de La Matanza como Cristianía y Ciudad Evita y de villas porteñas como la 31, 31 Bis y 1-11-14.

"Es esencial patrullar la zona porque aparentemente los delincuentes llegan y se fugan por esa jurisdicción en Núñez, pero lamentablemente aún no hubo respuesta alguna. Y entre robos denunciados y no denunciados hay 47 hechos, lo que nos da una idea de la gravedad de la situación", sostuvo.

Uno de las víctimas del delito expresó su testimonio en el portal web de la ONG ciudadana.

En la misiva advirtió: "Escribo para pedirles ayuda para encontrar a mis perros. El jueves 16 de julio entraron a robar a mi casa y, además de golpear a mi mamá y llevarse todo, también se llevaron a mis dos perros. Son un Schnauzer de dos años, negro y gris, macho. Se llama Ringo. Y un Yorkshire de siete años, gris y blanco, macho. Llamado Bruno. Esto pasó en una calle del barrio de Núñez, pero pueden estar en cualquier lugar", reseñó el damnificado.