Tras destitución del ministro de Defensa ucraniano, el líder ruso en Donetsk dice que no cambia nada para Rusia

Oleksi Reznikov, saliente ministro de Defensa de Ucrania. Foto: Reuters.

Este domingo, el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski; sorprendió a propios y a extraños con un anuncio que -se supone- podrían tener consecuencias en el desarrollo de la guerra que libra contra Rusia en Europa del Este.

Fue cuando anunció formalmente que pedía destitución del ministro de Defensa de Ucrania, Oleksí Réznikov; y todo en medio de una creciente contraofensiva del Kremlin que pone en jaque a las tropas que responden a Kiev.

En este nuevo escenario, es que el líder interino impuesto por Moscú en la región ucraniana de Donetsk, Denís Pushilin, afirma que dicha destitución "no cambia nada" para Rusia y no tendrá consecuencias negativas en el campo de batalla.

"Esto no cambia nada para nosotros. Se trata de intrigas políticas internas y Réznikov se ha desacreditado bastante gravemente", señaló en el canal de televisión público Rossía-24.

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El estado de situación

Pushilin consideró que la sustitución de Réznikov por Rustem Umérov, un político tártaro crimeo, se debe a los escándalos de corrupción en las adquisiciones de material.

Denís Pushilin y Vladimir Putin. Foto: Reuters.

Además sostuvo que la relación de Réznikov con asuntos militares "es bastante relativa", por lo que su destitución "no tendrá ningún efecto especial en el campo de batalla", pues el que manda es el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Valeri Zaluzhni.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, anunció la víspera la destitución de Réznikov, al frente de Defensa desde noviembre de 2021 y durante los 558 días que dura ya la guerra rusa en el país, a fin de impulsar "nuevos enfoques" y "nuevos formatos" de interacción tanto con los militares como con la sociedad en general.

Zelenski propuso como candidato a suceder a Réznikov, que envió hoy su carta de renuncia a la Rada Suprema (Parlamento), a Rustem Umérov, un político y empresario con raíces en Crimea, de credo musulmán y de origen tártaro que hasta ahora dirigía el fondo estatal de privatizaciones y tiene excelentes relaciones con Turquía y Arabia Saudí.