¿Con hambre pero sin querer romper la dieta?: cómo preparar el snack de banana ideal para el trabajo y bajo en calorías

Chips de banana, fácil de preparar y delicioso. Foto: Grok.

Si se tiene un antojo y no se quiere romper la dieta hay una receta ideal para ese momento de "debilidad" y darse un gusto saludable.

Se trata de los chips de bananas, una buena opción para sumar como snack y sin necesidad de renunciar al "gustito" de lo dulce. Es crocante, con el origen en rodajas de esta fruta deshidratada o frita.

Una forma sana de saciar el apetito a través de los chips de banana. Foto: Unsplash.

La forma de comer estos chips de bananas es solos o también con yogur en el desayuno o en la ensalada para un almuerzo. Se puede hacer frito o al horno. La clave es saber elegir una banana bien firme y cortarla en un grosor que dé lugar a una cocción sin que se desarme. 

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Trucos para lograr los chips de bananas ideales

El primer truco o tip es saber elegir la banana indicada para estos chips: tiene que ser firme, consistente, no demasiado madura (aunque tampoco demasiado verde).

Otro tip importante es saber cortar el grosor ideal para que se puedan cocinar bien en el horno o si se las hace fritas. El grosor ideal es de 2 a 3 milímetros. Y es que si son más finas que eso pueden correr el riesgo de quemarse. Y si son más gruesas, quedarán demasiado blandas. 

Chips de banana, una receta ideal para esos momentos de antojos. Foto: Grok.

Otro consejo útil es pretratarlas con limón o miel. Esto evitará que se oxiden y se tornen oscuras. Si lo que se busca un toque de dulzura y brillo extra, el pincelado con miel o almíbar es lo ideal. 

Lo que sí, hay que secarlas bien antes de hornearlas o freírlas, dado que si la banana tiene exceso de humedad, los chips tardarán en dorarse y podrán tornarse gomosos en lugar de crocantes. Aquí, lo que se puede hacer es secarlas con papel de cocina antes de ponerlas a cocinar, lo que mejorará mucho la textura final. 

Lo ideal es que las bananas estén en su punto, ni muy maduras ni muy verdes. Foto: Unsplash.

Por supuesto, hay que controlar la temperatura de cocción a fin de que esté en su punto y no se pase. Además, hay que voltearlas a la mitad del tiempo, para que queden crujientes de forma pareja. Si se fríen en aceite, este tiene que estar a una temperatura de unos 160° y 170° para que se cocinen rápido, pero sin absorber demasiado aceite.