En busca de la longevidad: el pan saludable que es fundamental para mejorar la digestión

Pan casero. Foto: Pexels.

La harina y los carbohidratos son fundamentales para mantener una dieta equilibrada, debido a que proporcionan la energía necesaria para el correcto funcionamiento del organismo. De hecho, estos nutrientes aportan fibra, lo que favorece la digestión y contribuye al bienestar del cerebro.

Y a pesar de que hay una creencia en que los carbohidratos no son un buen alimento, lo cierto es que comer pan de masa madre puede ser beneficioso para la salud, ya que está lleno de vitaminas y contiene muy poco gluten en comparación con otros panificados.

El pan de masa madre es ideal para cuidar la salud. Foto: Pexels.

El pan de masa madre es saludable debido a que se mezcla con "levadura silvestre" y bacterias del ácido láctico, en lugar de levadura de panadería. Este alimento tiene, entre otros beneficios, un menor impacto en el aumento de azúcar en sangre y es mucho más fácil de digerir.

Además, la fermentación de esta masa para hacer pan puede llegar a generar prebióticos, un tipo de fibra no digerible que nutre a las bacterias beneficiosas del intestino. Su sabor es muy especial, con una miga aireada y una corteza crujiente.

Pan de masa madre. Foto: Pexels.

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Cómo hacer masa madre

Se trata de un proceso que requiere de mucha paciencia, pero que es relativamente sencillo para aquellos que son amantes de la cocina. A continuación, el paso a paso:

Ingredientes de masa madre:

• Harina (puede ser integral, de centeno o trigo blanco).
• Agua (filtrada y sin cloro).
• Un frasco de vidrio o plástico con tapa.
• Una cuchara o espátula.
• Un peso de cocina (opcional, pero útil).

Día 1:

• Mezcla Inicial: en un frasco, mezcla 50 g de harina y 50 g de agua. Revolver bien hasta que no haya grumos.
• Tapado: cubrir el frasco con una tapa suelta o un paño limpio, para permitir la entrada de aire.

El pan de masa madre puede hacerse en casa. Foto: Unsplash.

Día 2:

• Alimentación: no verás muchos cambios, pero alimentá tu masa madre añadiendo otros 50 g de harina y 50 g de agua. Mezclá bien.
• Reposo: cubrir de nuevo y dejá reposar.

Día 3:

• Actividad: es probable que empieces a notar burbujas. Si es así, es una buena señal. Alimentá nuevamente con 50 g de harina y 50 g de agua. Luego, mezclar y tapar.

Días 4 y 5:

Continúa alimentando tu masa madre cada 24 horas. A partir del cuarto día, podés empezar a usarla en recetas de pan si ves que tiene una buena actividad (burbujas y un buen aumento de volumen), sino, dejala reposar un día más antes de hornear.